Oscar 2025: Flow conquista el premio a Mejor Película de Animación
Por: Felipe Barrera, editor de Dajomet
En la noche de los Premios Oscar 2025, la animación brilló con luz propia al ver a Flow alzarse con el galardón a Mejor Película de Animación. La competencia era feroz, con filmes como Del revés 2, Memorias de un caracol, Robot salvaje y Wallace y Gromit: La venganza se sirve con plumas disputándose el codiciado premio. Sin embargo, fue la película dirigida por Gints Zilbalodis la que logró cautivar a críticos y espectadores, consiguiendo la victoria en un año lleno de propuestas innovadoras.
Flow es una obra que narra la historia de un gato negro con miedo al agua, quien se enfrenta a un cataclismo de proporciones descomunales. Lo que distingue a esta animación es su increíble simplicidad: no hay diálogos, ni palabras que puedan explicar lo que ocurre. La fuerza de la historia reside completamente en su propuesta visual. Zilbalodis, con un dominio excepcional del lenguaje cinematográfico, logra construir un mundo visualmente impresionante donde cada imagen tiene el poder de transmitir emociones profundas, sin necesidad de recurrir a las palabras.
La película se despliega a través de paisajes surrealistas, y el gato protagonista, quien parece perderse en un universo cada vez más incierto, enfrenta el desafío de un mundo arrasado. La ausencia total de diálogo se convierte en una de las características más destacadas de Flow. Esta decisión no solo le otorga un aire de universalidad a la trama, sino que también pone de manifiesto el inmenso poder de la animación para contar historias sin necesidad de palabras.
En una época en la que las películas animadas suelen recurrir a guiones cargados de diálogos y personajes complejos, Flow se distingue por su capacidad para transmitir, de manera eficaz, una serie de emociones complejas, como el miedo y la supervivencia, a través del silencio. Cada fotograma de la película está impregnado de una sensibilidad visual que convierte el viaje del gato en una experiencia profunda e inolvidable.
El director letón Gints Zilbalodis demuestra con Flow una maestría inusitada en la animación, un trabajo que subraya la potencia emocional de los colores, las formas y las texturas. La película no solo es un despliegue técnico, sino también una reflexión sobre la resiliencia frente a la adversidad y la transformación ante lo ineludible.
Este triunfo de Flow en los Oscars 2025 es un claro testamento de que la animación es mucho más que un género para niños. Es un medio de expresión artística que, cuando se utiliza con creatividad y visión, puede llevar al espectador a territorios emocionales y filosóficos profundos. En Flow, Zilbalodis no solo ha hecho historia, sino que también ha elevado el cine de animación a nuevas alturas, mostrando que, a veces, el silencio puede ser tan poderoso como las palabras.
Felipe Barrera, editor en Dajomet, señalo que este premio a Mejor Película de Animación no solo reconoce una obra de gran valor artístico, sino también una propuesta de vanguardia que reinterpreta las posibilidades narrativas del cine animado.