Dos sabores que están conquistando Bogotá
Explorar la gastronomía colombiana va mucho más allá de comer bien: es descubrir historias hechas a mano, propuestas con identidad y emprendedores que cocinan con el alma. Hoy quiero destacar a dos mujeres que están rompiendo esquemas en Bogotá, cada una desde su trinchera de sabor: Sofía, de OrIÓN Panadería, y Stephani, de Rica Oblea.
Ambas representan lo que más valoro como crítico gastronómico: autenticidad, oficio, y una visión clara que se refleja en cada bocado.
OrIÓN Panadería: el pan elevado a experiencia
Detrás de OrIÓN está Sofía, una pastelera que no solo hornea, sino que experimenta, aprende y transforma el pan en algo emocionante. Sus masas madre, croissants perfectamente laminados y pasteles equilibrados hablan por sí solos: aquí no hay improvisación, hay técnica, tiempo y mucho amor por el detalle.
A través de su cuenta en Instagram @orionopanaderia, Sofía muestra el proceso real detrás de cada producto. Desde pruebas, fermentaciones y errores, hasta los triunfos que sacan del horno lo mejor de la panadería contemporánea. Lo suyo no es moda: es una propuesta sólida, emocional y profundamente bien hecha.
Rica Oblea: el postre tradicional reinventado en Usaquén
Ubicada en Usaquén, calle 119 con carrera 6, frente a Pedro Mandinga, Rica Oblea es el emprendimiento de Stephani, quien ha decidido darle una nueva vida a un ícono de la dulcería colombiana: la oblea.
Con combinaciones originales, ingredientes de calidad y una presentación que enamora, Stephani ha logrado que cada oblea sea una experiencia única. Entre todas sus creaciones, uno de los productos más destacados es el cono oblea: una reinvención visual y gustativa que sorprende tanto por su forma como por su sabor. Es una muestra clara de cómo se puede elevar la tradición sin perder la esencia.
Su cuenta de Instagram @rica_oblea refleja el cuidado, la creatividad y el toque artesanal que define su propuesta.
Cuando se cocina con el corazón, el resultado se nota
OrIÓN Panadería y Rica Oblea tienen en común algo fundamental: no buscan simplemente vender un producto, sino dejar una huella. Ambas propuestas reflejan el poder del emprendimiento hecho con propósito, técnica y sensibilidad.
Apoyar este tipo de proyectos es apoyar a quienes buscan crear experiencias únicas, honestas y memorables a través del sabor. Si están en Bogotá y quieren descubrir lo mejor del talento local, pasen por OrIÓN y por Rica Oblea.
Porque en un país con tanto que ofrecer, lo verdaderamente especial sigue naciendo del corazón… y se saborea en cada detalle.