“Amor y orgullo por nuestra cocina: La Cuin Sanducheria
Les quiero contar que me fui a conocer el restaurante LA CUIN El Boliche
Me complace compartir mi experiencia en el restaurante El Boliche. Este establecimiento, con más de cuatro décadas de trayectoria, se ha convertido en un referente en la zona gracias a la dedicación y exploración gastronómica de su propietario, Carlos Rueda. Durante más de una década, Carlos ha investigado y descubierto la riqueza culinaria de la región cundivullacence, sumergiéndose en sus raíces ancestrales y colaborando estrechamente con cocineras locales.
Uno de los aspectos destacables del restaurante El Boliche es la búsqueda constante de productos atractivos para los comensales. Carlos ha identificado ciertas aprehensiones en relación a alimentos de larga cocción, como la cola, la sobrebarriga, la gallina y el cerdo preparado de manera tradicional en Boyacá, conocido como “sasa”. Para hacer estos platos más atractivos, se han desarrollado salsas con achiote, que aportan tanto color como sabor. Además, se trabaja con vegetales como la guatila y el chachafruto, y se preparan bizcochos de maíz y papas criollas fritas. La idea es combinar todos estos ingredientes de una forma atractiva y deliciosa.
Es importante mencionar que, incluso en medio de la pandemia, Carlos y su equipo decidieron innovar en nuevos productos, destacando el pan de mogolla chicharrona. Además, es valioso resaltar que Colombia cuenta con una biodiversidad excepcional y no es necesario adentrarse en lugares remotos para descubrir productos maravillosos. El país ofrece una amplia variedad de productos locales que, desafortunadamente, están en peligro de desaparecer. Carlos ha elegido trabajar con la guatila y el chachafruto porque considera que son productos interesantes y quiere mostrar a los comensales su potencial culinario.
Carlos también enfatiza la importancia de manejar adecuadamente las grasas en las cocciones y cómo esto influye en el sabor de los platos. Su pasión por la cocina se despertó a los 17 años, cuando su creatividad y amor por la gastronomía florecieron.
Al ingresar al restaurante El Boliche, uno se encuentra con una experiencia culinaria llena de sabor y servicio, sin olvidar las sabias palabras de la señora Leticia, abuela de Carlos, quien solía decir que la comida debe ser colorida y divertida. El lugar tiene un toque romántico y busca sorprender y ofrecer algo diferente tanto a los capitalinos como a los extranjeros. En cada rincón del restaurante se puede apreciar el legado de la familia de Carlos.
Carlos considera que los colores tropicales son importantes, ya que representan vida, felicidad y amor. El estilo del restaurante es una fusión entre la cocina argentina y las influencias colombianas. Es impresionante la variedad de sabores y productos que nos rodean, como los que se encuentran en Guasca, Cundinamarca, o en la zona de Macheta.
Si hay algo por lo que los mexicanos son admirables, es su orgullo por su comida. Sin embargo, en Colombia aún nos falta esa apreciación por nuestra propia gastronomía. La única forma de convertirnos en un destino gastronómico destacado es amando y valorando nuestra propia cocina.
Es impresionante ver cómo los mexicanos consumen sus propios platillos con orgullo y pasión. Cada bocado refleja su amor por sus ingredientes y técnicas tradicionales. El día en que los colombianos aprendamos a apreciar y valorar nuestros productos locales de la misma manera, todo cambiará de manera significativa. Nuestra cocina tiene un potencial enorme, lleno de sabores auténticos y recetas ancestrales que merecen ser reconocidas y aplaudidas.
Es momento de que nos sumerjamos en nuestra riqueza culinaria, exploremos nuestros mercados locales, conozcamos a nuestros cocineros tradicionales y celebremos la diversidad de ingredientes que tenemos a nuestro alcance. Solo así podremos despertar el interés y la admiración de los comensales nacionales e internacionales.
La transformación comienza en cada uno de nosotros, al valorar y disfrutar nuestra propia cocina. Es hora de que Colombia se levante como un verdadero destino gastronómico, con una identidad culinaria fuerte y un orgullo que brille en cada plato.
El plato participante del festival gastronómico:
Tuve la oportunidad de probar el “Sánduche Sumercé la Majestad”, una memorable bondiola braseada de 120 gramos, preparada según las enseñanzas de Sasa.
En cuanto a los toppings, me llamaron la atención los Chips de chachafruto, aunque lamentablemente no estarán disponibles en el festival debido a su elaboración compleja.
Además, se nos permite elegir entre diferentes toppings, como cuinas de maíz, guatila encurtida, guatila fresca y vinagreta de agraz con cilantro. También debo mencionar que las papas criollas estaban deliciosas, al igual que las abas.
El sello distintivo de este sánduche es la cabulla que lo amarra, que le brinda ese toque de amor. El pan utilizado es creado por un panadero local, especialmente diseñado para el boliche. Además, ofrecen opciones de pan vegano para satisfacer todos los gustos.
¿Qué es la QUEEN? Es un juego de palabras que hace referencia a la tradición de la Virgen de Chinquinquira en Boyacá, donde se la considera la reina y tiene una gran importancia. Es un ingenioso juego de palabras que se refleja en la corona del plato.
En este lugar, se valora y aprecia a la mujer. Mientras que el chef hombre sigue las reglas y cumple con objetivos, la chef mujer trabaja con sus sentidos y es más intuitiva. En una cocina, todos los sentidos son importantes.