Jurassic World: Dominion – Un Espectáculo Vacío
Jurassic World: Dominion llega a la pantalla grande con grandes expectativas, pero lamentablemente, se siente como un desperdicio de oportunidad. La película, dirigida por Colin Trevorrow, intenta cerrar un ciclo narrativo con dinosaurios sueltos por el mundo, pero termina siendo una mezcla de acción vacía y nostalgia mal aprovechada. Con una recaudación de más de mil millones de dólares, Dominion demuestra que el nombre Jurassic Park sigue siendo un imán de dinero, pero no logra ofrecer una experiencia cinematográfica que valga la pena.
La Premisa: Una Convivencia Tensa… ¿Realmente?
La premisa de Jurassic World: Dominion es interesante sobre el papel: los dinosaurios ahora viven entre nosotros, y la humanidad debe encontrar una manera de coexistir con estos seres prehistóricos. Pero, en la pantalla, esta idea se diluye rápidamente. En lugar de explorar las complejas implicaciones de la convivencia con especies que desaparecieron hace millones de años, la película se concentra en secuencias de acción repetitivas, sin profundidad ni reflexión real sobre lo que significaría vivir con dinosaurios en un mundo contemporáneo. ¿Tensión? Casi nula. Las escenas de persecuciones y enfrentamientos con los dinosaurios no logran generar el impacto visceral que uno esperaría de una película que se basa en la amenaza de criaturas gigantescas.
La Falta de Innovación: Efectos Visuales, Pero Poca Historia
Uno de los mayores problemas de Jurassic World: Dominion es su falta de innovación. Si bien los efectos visuales siguen siendo impresionantes y los dinosaurios se ven más realistas que nunca, el guion no ofrece nada nuevo. La historia se siente reciclada, y aunque hay intentos de dar cierre a los arcos de los personajes principales, estos se sienten forzados, como si los guionistas intentaran complacer a los fanáticos con referencias nostálgicas, pero sin ofrecer algo sustancial que justifique su regreso.
Los personajes originales de Jurassic Park (Ellie Sattler, Alan Grant, Ian Malcolm) son utilizados más como herramientas de nostalgia que como elementos activos dentro de la trama. Su presencia en la película no agrega mucho, excepto un par de líneas que apelan a la emoción de los que crecieron con las películas anteriores. Es una estrategia barata para captar la atención, pero al final resulta ser un truco que no logra redimir el vacío de la historia.
Un Final Predecible y Cansado
Es difícil no notar que Jurassic World: Dominion no tiene una estructura sólida. La película carece de una narrativa fluida y, en lugar de presentar un final épico, se siente como una despedida apresurada, como si los realizadores quisieran cerrar la franquicia sin hacerle justicia. La conclusión es predecible y carece de la tensión que debería tener una saga que ha sido tan importante en la historia del cine de entretenimiento.
El giro hacia un conflicto global con una especie de “guerra” entre la humanidad y los dinosaurios se resuelve de manera tan rápida y desinteresada que te deja con la sensación de que la película no quería realmente resolver el conflicto de manera adecuada, sino simplemente llegar a un cierre para poder seguir adelante. En lugar de ser una conclusión satisfactoria, Dominion es un recordatorio de cómo una franquicia puede perder su alma cuando se convierte en una máquina de hacer dinero.
¿Vale la Pena?
Si eres un fanático acérrimo de Jurassic Park y Jurassic World, es probable que aún disfrutes de algunos momentos visualmente impactantes, pero Dominion no tiene la sustancia que una película de este calibre debería tener. La acción es insípida, la narrativa predecible y la emoción que podría haber surgido de la interacción entre los humanos y los dinosaurios se pierde en un cúmulo de clichés.
La película, aunque llena de dinosaurios espectaculares y secuencias que parecen hechas para los trailers, falla al no ofrecer algo profundo. En lugar de presentar una reflexión sobre la arrogancia humana y la ciencia fuera de control, simplemente nos da más de lo mismo, sin arriesgarse ni aportar algo fresco.
Jurassic World: Dominion es un espectáculo vacío, predecible y, sobre todo, innecesario. Como fan de la saga, me duele decir que lo único que realmente se destruyó con esta película no fue solo la Isla Nublar, sino también cualquier esperanza de que la franquicia pudiera regresar con una historia que estuviera a la altura de su legado. Jurassic World: Dominion no es solo una despedida fallida, sino una advertencia de lo que sucede cuando el cine se convierte únicamente en una máquina de dinero sin alma.
Fotografía Universal Pictures Home Entertainment