La belleza real también es digital
Dove, marca insignia de Unilever y defensora de la belleza real desde hace más de 20 años, ha desarrollado una guía práctica junto a expertos para fomentar el uso ético, inclusivo y creativo de la inteligencia artificial (IA). Esta iniciativa forma parte del Proyecto para la Autoestima Dove, un programa global que busca fortalecer la seguridad y confianza de las próximas generaciones.
1. Comprende el riesgo: la IA no es neutral
Expertos en ética digital, imagen y representación lo advierten con claridad: la inteligencia artificial no es neutral. Detrás de cada imagen generada por IA hay algoritmos que aprenden de datos históricos, muchos de ellos cargados de sesgos. En el caso de la belleza, esto se traduce en representaciones que replican un modelo limitado y excluyente: mujeres blancas, jóvenes, delgadas y sexualizadas.
“Cuando escribes ‘mujer hermosa’ en una herramienta de IA, obtienes una versión muy reducida de lo que eso significa”, explican especialistas en representación visual.
Lo preocupante es que, aunque sepamos que estas imágenes no son reales, siguen afectando nuestra percepción. Según un estudio de Dove, 1 de cada 3 niñas y mujeres se siente presionada a cambiar su apariencia por lo que ve en línea, incluso sabiendo que esas imágenes son falsas o generadas por IA.
2. Reprograma la belleza: un prompt puede cambiarlo todo
La buena noticia es que sí es posible reprogramar la belleza, y la clave está en el lenguaje. Los prompts —las instrucciones que damos a la IA— pueden ser más específicos, diversos y realistas para generar imágenes verdaderamente representativas.
En lugar de solicitar “una mujer bonita”, los expertos sugieren describir con más detalle:
“Una mujer afrodescendiente de 50 años, con cabello canoso y rizado, usando un vestido colorido mientras pinta en su estudio.”
Este tipo de prompt no solo genera imágenes más auténticas, sino que también amplía el imaginario colectivo sobre lo que es bello.
3. Cuenta historias, no solo muestres rostros
Los especialistas recomiendan ir más allá de la apariencia física y pensar en la historia detrás de cada imagen:
- ¿Qué está haciendo la persona?
- ¿Qué emociones transmite?
- ¿Qué entorno la rodea?
Mostrar a mujeres activas, reales y diversas —trabajando, riendo, practicando deportes— ayuda a romper con la imagen pasiva y estereotipada que la IA suele producir por defecto. También se alienta a incluir detalles culturales, condiciones de la piel, diversidad corporal, expresiones de género y discapacidades. Porque la belleza real no es homogénea, y la IA tampoco debería serlo.
4. Usa herramientas responsables: recursos gratuitos de Dove
Lejos de ser una amenaza, la inteligencia artificial puede convertirse en una herramienta educativa y transformadora. Pero necesita ser guiada.
“La IA no sabe lo que no le decimos. Si no mencionamos la diversidad, no la generará”, afirman los expertos.
Cada prompt es una oportunidad para desafiar estereotipos y construir representaciones más humanas y justas. Por eso, Dove ha desarrollado el Prompt Playbook de la Belleza Real, una guía gratuita para aprender a crear imágenes inclusivas y representativas con IA generativa.
El futuro de la belleza está en nuestras manos (y en nuestras palabras)
Con un 90% del contenido digital proyectado a ser generado por IA en los próximos años, el momento de actuar es ahora. No se trata solo de tecnología, sino de responsabilidad cultural. Si vamos a dejar que las máquinas imaginen el mundo, asegurémonos de que lo hagan incluyéndonos a todos y todas.