Maikki Perolera: habla en santandereano y grita en sabor
Después de recorrer Bogotá y Cundinamarca, catando 76 de las mejores hamburguesas de 80 seleccionadas, me topé con una que no solo desafía los límites del sabor, sino que redefine el concepto de identidad culinaria: la Maikki Perolera.
Inspirada en el carácter fuerte y auténtico de Santander, esta creación de Maikki no es simplemente una hamburguesa: es un manifiesto comestible de orgullo regional. Desde el primer bocado, la Perolera se presenta como una experiencia multisensorial que no deja indiferente a ningún paladar.
Un pan brioche que abraza lo imposible
Todo comienza con un pan tipo brioche perfectamente dorado, de textura sedosa y dulzor sutil, que no solo cumple una función estructural impecable, sino que armoniza cada capa de sabor. No es un simple soporte: es parte fundamental del espectáculo.
El alma está en la arepa santandereana… ¡y con chicharrón!
El detalle que marca la diferencia es, sin duda, la inclusión de trozos de arepa santandereana original con puro chicharrón. Este componente eleva la Perolera a un nivel superior, añadiendo una textura crujiente y un sabor profundo, casi ancestral, que honra las raíces del oriente colombiano.
Carne, quesos y la magia de la casa
Con 150 gramos de carne de res jugosa y sazonada con maestría, la hamburguesa se equilibra gracias a una doble capa de quesos: doble crema para untuosidad y costeño para ese toque salino que despierta la nostalgia. Todo esto se une con una salsa de la casa que es, simplemente, un secreto bien guardado y absolutamente adictivo.
Toques dulces, ahumados y herbales: la firma Maikki
La tocineta ahumada le aporta profundidad, mientras que la piña perolera —reducida en melado de panela y romero— es la nota final inesperada pero gloriosa. Dulce, aromática y ligeramente ácida, es el equilibrio perfecto frente a la potencia salada de los otros ingredientes. Un riesgo que no solo funciona, sino que brilla.